IMPACTOS EN LA BIOSFERA

Impactos en la biosfera

La biosfera es el sistema material formado por el conjunto de los seres vivos
propios del planeta Tierra, junto con el medio físico que les rodea. Sobre la
biosfera se pueden producir impactos muy diversos, de hecho, cualquier
cambio en las condiciones naturales puede convertirse en un impacto que
altere y perjudique las condiciones de vida de los seres vivos y del medio físico
que les rodea. Por ejemplo:

Degradación en los ecosistemas terrestres

La biosfera puede verse degradada por la intervención de diferentes
fenómenos como los siguientes:

- Incendios forestales y talas que provocan, según su intensidad, la
desaparición de flora y fauna, disminución de la fertilidad del suelo, y
modifican la composición de la flora y la fauna que va a desarrollarse en
el sitio quemado.

- Alteración de la cubierta vegetal total o parcialmente con el propósito
de explotar los recursos naturales o de abrir nuevas tierras para uso
agrícola, industrial o urbano.

- Erosión del suelo capaz de sostener vida vegetal y animal.

- Alteración de cuencas hidrográficas debido a la desaparición de
manantiales; el incremento de la turbulencia de las aguas; el incremento
en la frecuencia y la magnitud de las inundaciones que se producen en
la parte baja de la cuenca durante la época de lluvias; la desaparición de
la flora y la fauna acuáticas; etc.

Degradación de ecosistemas marítimos y litorales

- En las zonas de deltas y estuarios, donde se forman las lagunas
costeras, se presenta la interacción entre el mar y las aguas
continentales. La ocupación humana de estas áreas conlleva fenómenos
de contaminación y sobreexplotación que afectan al ecosistema original.
Un caso típico, por ejemplo, es la regresión de la costa por disminución
del caudal de agua del río, y del aporte de sedimentos de éste.

- En el litoral, destacan los impactos debidos directamente a la
urbanización y también sus impactos derivados (vertido de aguas
residuales, generación de ruido, contaminación atmosférica).

- En los ecosistemas marinos los impactos pueden ser debidos a
múltiples causas: introducción de especies exóticas, vertidos de
contaminantes, extracción de sedimentos marinos, sobreexplotación
pesquera, etc.

Pesca excesiva y prácticas pesqueras destructivas

La sobrepesca es un fenómeno que afecta a algunas de las especies más
demandadas y comunes tales como anchoas, sardinas, bacalao, arenques,
ballenas, etc. Se define como el nivel de captura excesivo de una especie por
unidad de tiempo en relación con su reserva y su capacidad de regeneración.
Imagen. Pescado de la lonja
La pesca moderna está dominada por buques pesqueros industrializados que
están muy por encima de la capacidad de los océanos para restituir la cantidad
de pescado capturada.

La necesidad de biodiversidad

El término biodiversidad hace referencia a la presencia de un gran número de
especies de plantas y animales en una zona. En tiempos remotos, las acciones
humanas eran insignificantes en relación con los procesos dominantes de la
naturaleza. Ya no es así. Las acciones humanas influyen ahora sobre los
procesos básicos del planeta.
Conservar la biodiversidad no es sólo cuestión de proteger la vida silvestre en
reservas naturales, sino también preservar los sistemas naturales de la Tierra,
que son los sistemas que respaldan nuestra vida.

La extinción de especies

El impacto creciente de las actividades humanas en la naturaleza está
provocando una pérdida de biodiversidad acelerada. La causa principal es la
destrucción de ecosistemas de gran interés, cuando se ponen tierras en cultivo
desecando pantanos o talando bosques, cuando se cambian las condiciones
de las aguas o la atmósfera por la contaminación, o cuando se destruyen
hábitats en la extracción de recursos. Además la caza, la introducción de
especies exóticas y otras actuaciones han provocado la extinción de un buen
número de especies.

Medidas preventivas y correctoras
Las medidas de prevención y corrección para evitar los impactos de pérdida de
biodiversidad son complejas, ya que para tener éxito deben ir dirigidas a
preservar los ecosistemas y, sobre todo, a compatibilizar su protección con la
actividad humana. Así, se trata de:
• Evitar y reducir al máximo la alteración y destrucción de ecosistemas,
especialmente de los más sensibles y de los que albergan mayor
biodiversidad como la selva tropical, los arrecifes de coral, los
humedales, pantanos, marismas, etc.
• Reducir las prácticas agrícolas de gran escala y el mal uso de pesticidas
que puede envenenar a muchos organismos.
• Controlar la caza, el exterminio y la explotación de animales.
• Prohibir el comercio de especies exóticas y el coleccionismo.
• Controlar y limitar la introducción de especies nuevas.
• Y, evidentemente, no contaminar localmente las aguas y la atmósfera.

Ordenación territorial

Dentro del territorio europeo ha existido una larga historia de ocupación del
espacio de manera que, hoy por hoy, se puede considerar que el 100 % del
paisaje es el resultado de un mayor o menor grado de intervención antrópica,
es decir, todo el territorio cuenta con un paisaje cultural propio.
Esta larga evolución y lo limitado del espacio, amén de una fuerte presión
derivada de determinados impactos realizados en los últimos dos siglos
(industrialización, masificación, urbanización de amplios territorios, guerras,
etc.) ha generado una creciente corriente social de defensa del medio
ambiente. Así, en la actualidad, la ordenación del territorio comprende planes
de protección de espacios naturales y limitaciones a su ocupación.